Improntas realizadas con conchas, collares, bordados, flores de plástico, botones... |
En el contexto artístico, llamamos textura a la calidad de una superficie, bien sea pictórica, escultórica, o de cualquier naturaleza. En este ejercicio nos vamos a fijar en las texturas táctiles (las que se pueden apreciar con la vista, pero sobre todo con el tacto) aplicadas a la cerámica infantil.
La textura es la piel de las cosas, puede ser lisa, rugosa, áspera... Puede estar producida por entramados, grafismos, punteados, frotados, presionados... y suele tener una cualidad rítmica.
La arcilla es un inmejorable receptor de todo tipo de texturas. Tan solo hay que presionarla con el elemento deseado para transferir o copiar la piel de las cosas.
Textura natural de una hoja de árbol. Podemos transferir las huellas de nuestras manos, texturas de maderas, troncos, frutas, piedras... |
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Textura conseguida con un rodillo comercial. |
La textura es el más sutil de los elementos básicos de la plástica y el que tiene un carácter más sensitivo.
En escultura y cerámica se utiliza para decorar o dar expresividad a la superficie de las producciones.
Todas nuestras obras tienen textura, controlada por nosotros o no. Por esta razón es importante dedicarle atención al acabado de las obras y contar con la textura como un elemento más de expresión.
Materiales: Arcilla, telas, encajes, botones, hojas, flores, esponjas, juguetes, piedras, papel de plata arrugado, maderas, cortezas de árboles, cualquier material cuya superficie pueda dejar una textura sobre la arcilla. Para el acabado: Pintura acrílica negra, cera para muebles, betún de Judea, esmaltes al fuego
Pedí a mis alumnos que trajeran de casa objetos inservibles cuya superficie fuera texturada. Nos vale casi todo. Para ellos es emocionante traer cosas de casa, porque sienten que están participando en la organización una actividad especial. Preparé una caja donde íbamos guardando los "tesoros". Cuando tuvimos suficientes cosas, y la expectación era máxima, comenzamos el ejercicio.
Primera parte:
Se organizaron en grupos de cuatro. Les proporcioné una placa de arcilla, que sería el "campo de batalla" donde ir probando qué huella dejaba cada objeto en el barro y sobre todo, qué pasaba si repetíamos rítmicamente las improntas. No importa en este momento que las placas acaben destrozadas. Se trata de que experimenten y lleven al límite las texturas.
Textura realizada golpeando el barro con diversos objetos. |
Textura obtenida presionando telas bordadas. |
Improntas realizadas con clips. |
Segunda parte:
Deben hacer una reflexión y elegir cuales son las texturas más afortunadas. Qué les ha gustado y qué descartan para la siguiente parte del trabajo.
Ahora vamos a realizar una composición con las texturas e improntas más interesantes. El tema propuesto, por centrar la actividad, fue "un jarrón con flores" pero se puede realizar cualquier tema.
Las flores están realizadas con clips y tapones, el jarrón es una pieza de ganchillo. |
Otro ejemplo, muy acertado por la sencillez de la composición. |
Positivo de la placa anterior. Los volúmenes están en relieve. |
Placa con texturas presionadas, las formas están hundidas. |
Positivo. |
Placa usada como molde. |
Al sacar los positivos, las texturas que en la placa original aparecen hacia dentro, aparecen ahora en su volumen natural. El bordado a ganchillo aparece en relieve. |
Las texturas "enganchan" por su carácter experimental y la belleza de las superficies que producen. Una vez que las pruebas es difícil prescindir de ellas en otros trabajos.
Algunos experimentos del taller de textura, utilizando esmaltes al fuego y pátinas:
Moldeando ligeramente obtenemos una bandeja. |
Plato realizado con la impronta de un tejido de ganchillo. Se aplicó una capa espesa de limo blanco, que penetró en las líneas incisas dejadas por el tejido. |
Detalle. |
Otro resultado con la misma técnica. |
Positivo en el que se ha conseguido un gran detalle. |
Acabado con betún de Judea |
Placa esmaltada. |
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